Todos tenemos monstruos interiores. No son nuestros temores, no. Los monstruos interiores son igual o más temibles que los monstruos que vemos en cuentos o películas de ficción.
Nuestros monstruos interiores son como lugares oscuros que tenemos y que debemos manejar con mucho cuidado. Me refiero a esa voz, ese pensamiento que hace que una mujer de pronto se de cuenta que el amigo de su novio o esposo tiene pectorales o piernas atractivas o más allá, de pronto se imagina como será en la cama y en algún momento se imagina retozando con él. Ese monstruo que hace que un hombre no pueda evitar fantasear con una amiga, prima o hasta con una tía.
Peo el monstruo interior no solo va al sexo.
Tu monstruo hace que luego de haber aconsejado a tu amigo durante mucho tiempo sobre la forma en que puede alcanzar un ascenso, cuando lo consigue, te encuentras pensando en que el ascenso prácticamente lo ganaste tú que le dijiste como hacer todo.
Lo importante es bloquear ese monstruo interior, no le dejes respirar, ciérrate a pensamientos egoístas, no es posible evitar por siempre desear a la mujer u hombre de tu amigo o amiga, pero eso se puede controlar si te imaginas no solo a tu pareja pasando por la consecuencia de un engaño, sino a tu amigo o amiga enterándose de que eres un ser bajo que mientras hablaban y salían juntos, pensaba como estar con su pareja.
Tu Monstruo interior, nunca pero nunca podrá más que tu conciencia, todo está en querer dominarlo.
Tu Mundo es Perfecto.
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